domingo, 14 de febrero de 2010

Análisis de "Historia del Arte"

Tarea Módulo AMAD
Lic. Cielo L. Ormachea

Este recurso esta destinado a los estudiantes de Historia de Arte, Geografía, Historia, Educación Plástica, Educación Visual y Dibujo Técnico del Bachillerato, es un programa interactivo, de fácil uso y cuenta con una Guía de Uso y otra Didáctica.
Si nos adentramos en el análisis de dicho material podemos observar que se refiere a un material didáctico (siempre que nuestros destinatarios fueran los estudiantes de los niveles antes expresados), ya que se trata de “un tipo de texto especializado que requiere distintas instancias de intervención (Módulo AMAD, Sesión 1, Pp.4)” como lo son los diferentes actores que portan saberes específicos como diseñadores gráficos, correctores de estilo, expertos en contenidos, programadores, etc. Este material debe responder a una secuencia de enseñanza y a los objetivos pedagógicos previstos para enseñar determinado contenido a nuestro destinatario y que éste a su vez aprenda y comprenda la temática.
Siguiendo con el análisis nos encontramos con un elemento fundamental que es el acto comunicativo, ya que toda situación de uso de TIC en un contexto de enseñanza y aprendizaje esta mediada por el mismo. Para entender mejor ésta idea nos detendremos en el modelo comunicativo que aporta Gutiérrez Martín (2000), para una aplicación multimedia. El mismo esta centrado en la interactividad y en la propuesta comunicativa de los programas y observa la relación que propicia dicha aplicación entre programador – profesor, entre programa –alumno y entre profesor –alumno. Para ello se analizan diferentes dimensiones: técnica, estética, interactiva, didáctica e ideológica.
Dimensión técnica: La aplicación multimedia Historia del Arte esta disponible on-line y off-line por lo que puede ser descargado todo el material a la computadora personal de cada alumno, ya que tiene un link directo para hacerlo. Solo se necesita para ejecutarlo el programa Flash Player y para bajar las guías, tanto de uso como didáctica, Adobe Reader. Si cumplimos con esos requisitos contaremos con todo el material para trabajar en unos pocos minutos, sin la necesidad de estar mucho tiempo conectado a Internet para su uso.
La guía de uso le va a explicar al usuario detalladamente la utilización de todo el material de una manera clara y bien definida, lo que fomentará la buena predisposición del alumno ante el primer contacto.

Dimensión estética: Cuando nos adentramos a dicha aplicación observamos una pantalla sencilla, con fondo blanco, con colores claros y pequeñas fotos de diferentes arquitecturas, pero no cuenta con sonido; esta estética se mantendrá en todo el recorrido. Asimismo, se visualizan letras en imprenta mayúscula que no ocupan mucho espacio de la pantalla, dándole importancia a los espacios en blanco.
Es de fácil acceso y guiado ya que se encuentra el link que dice “acceder a la aplicación” que nos llevará a todas las otras posibles aplicaciones, las cuales encontraremos listadas posteriormente. Además en los momentos que explican las diferentes estructuras se visualizan dibujos técnicos (muchas veces con fotos al lado) a los que si les prestamos atención podemos ver todos sus lados y sus formas, lo que además le aportará un conocimiento más profundo y detallado a la sola vista del alumno, prevaleciendo los criterios instructivos y educativos, imposibilitando la generación de distracciones.
Podemos relacionar los elementos de ésta dimensión con lo que expresa Alicia Entel (2005), hoy en día otro soporte se hace cargo de restaurar el recurso expresivo tradicional de la escritura, como lo es el ciberespacio, encontrándole un sentido nuevo a la palabra, que convive con otros modos expresivos, por lo que “(…) diseño – palabra – imagen, se mezclan en un cuerpo cultural de estos tiempos”.
Por lo tanto la estética que mantiene este recurso es clásica, pero a la vez atractiva, permaneciendo la idea de estructura y espacio tan importante para la arquitectura y el arte, combinando la interactividad de las aplicaciones con los constantes trabajos y el control del progreso, retroalimentando el proceso de aprendizaje del alumno.

Dimensión interactiva: El recurso Historia del Arte es muy fácil de navegar desde el comienzo, ya que nos muestra directamente el link para acceder a todas sus funciones, así como las guías de uso y didácticas si así los requiriéramos. Inmediatamente el usuario tiene la posibilidad de ingresar a cualquiera de sus enlaces internos abriendo una nueva pantalla con el elemento seleccionado, por lo que podemos pasar sin complicación de una a otra.
Dentro de cada nueva página interactiva tenemos diferentes actividades para desarrollar, como así también hay un link directo a las actividades, por lo que se puede ingresar de dos maneras diferentes a ellas. Aunque éste proceso sea bastante reiterativo sirve para que el usuario-alumno en un momento o en otro realice la actividad. De éste modo, observamos que la relación de interacción es bidireccional (usuario como receptor y usuario como interlocutor).
Tomando las orientaciones de Theo Van Leeuwen (1998) podemos reconocer una “interfaz guía” que es “como un código que rige el modo en que los usuarios construyen textos”, en otras palabras, es algo que le permite navegar ordenadamente por todo el material del recurso al estudiante.
Otro aspecto de ésta dimensión es el tipo de intervención que el usuario realiza, por lo que observamos que la misma no es muy amplia ya que el alumno solo se remite a realizar las actividades en el tiempo que le de el docente, por lo que no es un reto ni con la máquina ni con otros usuarios.
En cuanto al nivel de interactividad vemos que el programa al realizar las diferentes actividades le da una especia de devolución, al indicarle, solamente, si realizó la tarea correcta o incorrectamente y marcando sus errores.

Dimensión didáctica: Como ya expresamos anteriormente este recurso contiene una guía de uso y una guía didáctica. En la primera se explica la forma de utilización del recurso de forma muy clara y posible de entender, señalando cada parte con la ayuda de fotos.
En la Guía didáctica se especifican desde los requisitos de instalación y manejo, pasando por los objetivos y contenidos para cada carrera, como así también la metodología utilizada, evaluaciones y bibliografía. Además aporta links a otros sitios relacionados que serán de gran aporte para comprender mejor la temática, favoreciendo el aprendizaje autónomo, pero instructivo y guiado.
En esta clase de hipertextos encontramos lo que James Gee (2005) denomina alfabetismo “multimodal” que son los textos que contienen palabras e imágenes, “las imágenes comunican a menudo cosas que ninguno de ellos podría comunicar por separado. Y la combinación de los dos modos comunica cosas que ninguno de ellos podría comunicar por separado”.
Todo el material esta abalado por profesionales en la temática específica como por profesionales en educación. Desde que descargamos el recurso nos cuenta que es “una aplicación con contenido didácticos y lúdicos con el fin de que los alumnos de diversas materias puedan comprender los distintos trabajos arquitectónicos y distinguir los elementos esenciales del Arte”.
El docente es definido como facilitador del aprendizaje, mediando entre el contenido del recurso y los alumnos, por lo que no va a ser éste el que explique todo el material, sino que solo atenderá a los interrogantes o hará aportes externos al recurso.

Dimensión ideológica: Esta dimensión es de gran importancia en todo proceso de comunicación, ya que muchas veces nos determina el mensaje.
En Historia del Arte los alumnos tienen una propuesta de interacción con el contenido marcado por un modelo de enseñanza constructivista, que propicia, por medio de la multimodalidad, conocimientos fundados en el uso de la hipertextualidad. De esta manera el alumno-usuario es parte y propicia su propio proceso de aprendizaje.
Sin embargo, el destinatario tiene que tener un determinado grado de conocimiento mínimo sobre la materia, por lo que este recurso deja excluidos a otros usuarios. Por lo tanto, asumimos que el recurso queda destinado a un segmento específico.


A modo de Síntesis

El recurso Historia del Arte tiene todos los elementos necesarios como para ser incorporado como entorno multimedia en un proceso de enseñanza y aprendizaje. Es fácil de navegar, con instrucciones claras y sencillas que fomentan el aprendizaje constructivista.
El hipertexto esta bien organizado, tiene un estilo clásico, con colores claros, en concordancia con el arte arquitectónico y persigue sus objetivos de conocimiento durante todo el recorrido.
Es posible que al ser un recurso que solo sirva como material de una materia y estar destinado a un usuario con conocimiento previo, pierde la posibilidad de ser utilizado por cualquier otro público y quede en desuso.
Es necesario poner énfasis en la dimensión interactiva para que el alumno-usuario intervenga e interactúe más con las actividades, con un mayor compromiso tanto por parte de éste como del docente. Del mismo modo deberían tener las actividades un grado de dificultad mayor, y que la devolución sea más profunda y con fundamento, ya no solo marcar los errores.
Por último, como hemos mencionado, es posible pensar la inclusión de éste estilo de recursos a los procesos de enseñanza, solo hay que gestionar buenos contenidos, que incluya una planificación pedagógica consistente con los objetivos que se pretenden alcanzar.




Bibliografía

Entel, A. (2005). Ideando. En Revista Constelación. Fundación Walter Benjamín. Año II, Nº 2.
Gee, James P. (2005). Lo que nos enseñan los videojuegos sobre aprendizaje y alfabetismo. Málaga. Ed. Aljibe. Cap. 2.
Gutiérrez Martín, A (2000). Evaluación de la Comunicación en las aplicaciones multimedia educativas. Disponible en: http://www.uned.es/ntedu/espanol/master/segundo/modulos/evaluacion-de-las-tecnologias/evaluacion-comunicacion-apli-multimedia.pdf
Módulo Análisis de Materiales Digitales (AMAD), Sesión 1 “Materiales educativos, materiales didácticos. FLACSO (2010).
Van Leewen, T. (1998). Heteroglosia programada: análisis crítico de un interfaz de ordenador. En Martín Rojo y Whittaker (eds.). Poder-decir o el poder de los discursos. Madrid, Ed. Arrecife.

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